sábado, 7 de julio de 2012

AFFIC vs. FBI


Desde hace meses, se habla de los “peritos internacionales” quienes tendrían que llegar a Bolivia para esclarecer el crimen de la niña Patricia Flores. 
De hecho, se trata de una fundación colombiana, AFFIC (Asistencia Forense para la Protección de los Derechos Fundamentales y el Avance de la Investigación Científica), que, según machaquea la abogada Barriga, tendría esta capacidad de resolver el crimen.  
 
Ella explica que es una fundación con profesionales destacados, capacitados en todo lo que es ciencia forense además de tener un enfoque especial en derechos humanos – exactamente lo que haría falta para esclarecer este crimen que sigue con misterios. Hasta hace algunas semanas atrás pensábamos efectivamente que una investigación con peritos de esta calidad podría terminar con el caso, explicar lo que pasó con la niña Patricia y dar así la posibilidad a la familia de tener justicia de verdad. Lo que implica, por supuesto, que se libera de una vez a Odón de las falsas acusaciones que lo persiguen desde hace 13 años.

Las primeras dudas nos vinieron cuando leímos el artículo “Fundación internacional realizará nuevas pericias a los involucrados” en el periódico El Diario el 6 de abril de 2012. Acá, la abogada Barriga declaró que  los peritos iban a “empezar de cero”, para demostrar la culpabilidad de Mendoza (…). 

¿Cómo? ¿Qué van a hacer? 

Lastimosamente, sabemos demasiado bien como es fácil falsificar pruebas, sobre todo cuando existen pruebas biológicas como ser sangre o algo de saliva – es suficiente, hoy en día, tener una muy pequeña cantidad de este tipo para poder hacer una prueba de ADN. Y, con las mentiras de la abogada Barriga, diciendo que se había hallado fibras de la chompa de la niña en uno de los cinturones de Odón y sangre de la víctima en sus zapatos y pantalón, ya empezamos a dudar en que dirección iba a ser dirigida la “investigación”.

Como si no fuera suficiente, recibimos una comunicación de amigos quienes están relacionados con abogados colombianos, defensores de los derechos humanos en este país que está sufriendo desde hace casi cinco décadas una guerra civil sangrienta, con centenas de miles de personas asesinadas y desparecidas. Es un trabajo altamente peligroso, en estas circunstancias, defender los derechos humanos de los quienes no tienen voz y estas personas viven en un peligro constante de ser agredidas y victimadas por su labor. Tienen que tomar todo tipo de precauciones y lo último que pueden hacer es algún tipo de publicidad de su trabajo y compromiso. No están en Internet y ni hablar de indicar la dirección de su oficina – demasiado peligroso.

Entonces, recibimos las informaciones siguientes : esta fundación AFFIC no es conocida por ellos, es posible que sea una asociación de consultores. Ahí empezamos a investigar y puesto que AFFIC está en Internet con su página web, en las redes sociales facebook y twitter y que su directora, Claudia Delgado, dio una entrevista al periódico La Razón, pudimos averiguar algunas cosas.
Fue fácil saber donde están sus oficinas – en un barrio de Bogotá llamado Ciudad Salitre, que es uno de los sectores más cotizados de Colombia y donde se ubican varios entre los mejores hoteles, centros comerciales y oficinas además de residencias súper modernas – un barrio de lo mejor. No exactamente donde viven los defensores de los derechos humanos de las personas y comunidades humildes que pudimos encontrar en los últimos veinte años…

En nuestro país conocemos bien a los consultores y las consultoras – hay varios quienes hacen su trabajo desde una oficina cómoda y son personas sumamente competitivas puesto que tienen que vencer la competencia para conseguir una misión. Tienen que vender su trabajo, como lo hace la directora de AFFIC, Claudia Delgado, en la entrevista publicada en La Razón del 22 de mayo bajo el título “Un equipo de peritos extranjeros investiga caso Patricia hace un año”. Ahí se puede ver su afán de vender los servicios con afirmaciones que no son ciertas como la sobre el doctor Pedro Morales, supuestamente director del Instituto Nacional de Medicina Legal y Ciencias Forenses de Colombia. En realidad es subdirector de Servicios Forenses – no podemos pronunciarnos sobre su capacidad en patología forense pero podemos hacer una pregunta : si es uno de los patólogos forenses más reconocidos a nivel latinoamericano ¿por qué no fue invitado al evento forense más importante de los últimos años, la exhumación de Salvador Allende? Los forenses chilenos habían invitado a algunos de los más reconocidos profesionales del rubro – para Colombia estuvo la médica patóloga Mary Luz Morales. 

La Dra. Delgado dice también en la entrevista que un equipo de 13 personas de varios países se está ocupando del caso desde hace un año. ¿De donde viene el dinero? Nadie nos va a decir que existen consultoras trabajando durante un año de manera voluntaria si además tienen que pagar un alquiler en un barrio de alto copete. Y, como sabemos, İquién paga manda!

El FBI en cambio es una institución estatal sometida a la Constitución y las leyes de los Estados Unidos, con un compromiso de integridad institucional. Ofreció sus servicios gratuitamente a Bolivia cuando se evidenció que pruebas de ADN eran necesarias y que el análisis no se podía llevar a cabo en nuestro país debido al hecho que esta técnica acababa de llegar. Este apoyo fue tramitado por la entonces presidenta de la Comisión de Política Social de la H. Cámara de Diputados, Elisa Zuñiga de Siles, quién se había constituido en parte civil en el caso Patricia Flores, con calidad de coadyuvante del Ministerio Público. 

El FBI hizo la investigación misma, una parte, en su oficina regional de Santiago de Chile y la otra en la central en Washington. Los únicos bolivianos quienes tuvieron contacto con el encargado del FBI fueron los policías de la PTJ – de la jefa del laboratorio científico hasta el director nacional. La independencia e imparcialidad de la investigación estuvo así completamente garantizada. Además, el laboratorio del FBI es mundialmente reconocido por la calidad de sus análisis.

En su informe final que el encargado del FBI, Kevin W. Currier, mandó en septiembre de 2000, los peritos se declaran dispuestos a venir a Bolivia para demostrar con toda la transparencia necesaria como trabajaron para llegar a sus conclusiones. Cabe recordar que, en una prueba de ADN, existen tres posibles tipos de resultados : la inclusión, la exclusión y el resultado no concluyente. La inclusión significa que el perfil de ADN corresponde a una muestra biológica, la exclusión significa que no corresponde y el resultado no concluyente significa que no se pudo establecer con certeza ni inclusión ni exclusión. En el caso de Odón, la conclusión del FBI es absolutamente clara, determinaron exclusión, lo que significa que no se encontró nada de él, que no tiene nada que ver con el crimen y ninguna afirmación sobre una supuesta contaminación de la prueba puede cambiar este hecho. Acusarlo a él es como acusar a usted, estimado lector – una inmensa barbaridad.  

Ahora, la parte civil y la Fiscalía siempre se opusieron a la llegada de los peritos del FBI a pesar de que Odón lo está reclamando desde hace 12 años. En estas últimas semanas, su esposa tomó contacto, por primera vez, con el FBI a través de la embajada estadounidense y, muy amablemente, el representante con quién pudo hablar, se declaró dispuesto a hacer las gestiones necesarias para poder verificar y corroborar el análisis de ADN. Lo único que pidió era una orden formal de la Justicia boliviana, lo que pedimos inmediatamente al juez mediante memorial. 

La Fiscalía y la parte civil se opusieron con una mezquindad infinita. Iban hasta poner en duda la existencia del Sr. Kevin W. Currier – a ver lo que piensa la periodista quien lo entrevistó el 26 de agosto del 2002 para la agencia Jatha. ¿Será que había encontrado un fantasma?  
En la entrevista, Kevin W.  Currier explicó que los policías levantaron buenas evidencias que sirvieron de pie para continuar con la investigación del caso. Y, a un profesional así se quiere desestimar – esto tiene todo que ver con afanes arribistas de alguna funcionaria pública quién no quiere que se perciba sus mentiras para no perjudicar su carrera profesional o alguna abogada quién parece manejar mejor la opinión pública que las leyes.

No tenemos idea si AFFIC sabe a donde se metió – queremos hacerlos gozar del beneficio de la duda pero que estén advertidos. Odón está de acuerdo de colaborar plenamente con el FBI, incluso dando muestras biológicas, pero no con AFFIC. Y, si se quiere obligarlo contra su voluntad, la “sueca” quién en realidad es boliviana de origen suizo, hará funcionar los redes de contacto que tiene, sobre todo, en Ginebra, capital mundial de los derechos humanos.

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