Desde hace meses, se habla de los “peritos
internacionales” quienes tendrían que llegar a Bolivia para esclarecer el
crimen de la niña Patricia Flores.
De hecho, se trata de una fundación
colombiana, AFFIC (Asistencia Forense para la Protección de los Derechos
Fundamentales y el Avance de la Investigación Científica), que, según machaquea
la abogada Barriga, tendría esta capacidad de resolver el
crimen.
Ella explica que es una fundación con
profesionales destacados, capacitados en todo lo que es ciencia forense
además de tener un enfoque especial en derechos humanos – exactamente lo que
haría falta para esclarecer este crimen que sigue con misterios. Hasta hace
algunas semanas atrás pensábamos efectivamente que una investigación con
peritos de esta calidad podría terminar con el caso, explicar lo que pasó con
la niña Patricia y dar así la posibilidad a la familia de tener justicia de
verdad. Lo que implica, por supuesto, que se libera de una vez a Odón de las falsas
acusaciones que lo persiguen desde hace 13 años.
Las primeras dudas nos vinieron cuando
leímos el artículo “Fundación internacional realizará nuevas pericias a los
involucrados” en el periódico El Diario el 6 de abril de 2012. Acá, la abogada
Barriga declaró que los peritos iban a
“empezar de cero”, para demostrar la culpabilidad de Mendoza (…).
¿Cómo? ¿Qué van a hacer?
Lastimosamente, sabemos demasiado bien como
es fácil falsificar pruebas, sobre todo cuando existen pruebas biológicas como
ser sangre o algo de saliva – es suficiente, hoy en día, tener una muy pequeña
cantidad de este tipo para poder hacer una prueba de ADN. Y, con las mentiras
de la abogada Barriga, diciendo que se había hallado fibras de la chompa de la
niña en uno de los cinturones de Odón y sangre de la víctima en sus zapatos y
pantalón, ya empezamos a dudar en que dirección iba a ser dirigida la
“investigación”.
Como si no fuera suficiente, recibimos una comunicación de amigos
quienes están relacionados con abogados colombianos, defensores de los derechos
humanos en este país que está sufriendo desde hace casi cinco décadas una
guerra civil sangrienta, con centenas de miles de personas asesinadas y
desparecidas. Es un trabajo altamente peligroso, en estas circunstancias,
defender los derechos humanos de los quienes no tienen voz y estas personas
viven en un peligro constante de ser agredidas y victimadas por su labor.
Tienen que tomar todo tipo de precauciones y lo último que pueden hacer es
algún tipo de publicidad de su trabajo y compromiso. No están en Internet y ni
hablar de indicar la dirección de su oficina – demasiado peligroso.
Entonces, recibimos las informaciones
siguientes : esta fundación AFFIC no es conocida por ellos, es posible que sea
una asociación de consultores. Ahí empezamos a investigar y puesto que AFFIC
está en Internet con su página web, en las redes sociales facebook y twitter y
que su directora, Claudia Delgado, dio una entrevista al periódico La Razón,
pudimos averiguar algunas cosas.
Fue fácil saber donde están sus oficinas – en
un barrio de Bogotá llamado Ciudad Salitre, que es uno de los sectores más
cotizados de Colombia y donde se ubican varios entre los mejores hoteles,
centros comerciales y oficinas además de residencias súper modernas – un barrio
de lo mejor. No exactamente donde viven los defensores de los derechos humanos
de las personas y comunidades humildes que pudimos encontrar en los últimos
veinte años…
En nuestro país conocemos bien a los consultores
y las consultoras – hay varios quienes hacen su trabajo desde una oficina
cómoda y son personas sumamente competitivas puesto que tienen que vencer la
competencia para conseguir una misión. Tienen que vender su trabajo, como lo
hace la directora de AFFIC, Claudia Delgado, en la entrevista publicada en La
Razón del 22 de mayo bajo el título “Un equipo de peritos extranjeros investiga
caso Patricia hace un año”. Ahí se puede ver su afán de vender los servicios con
afirmaciones que no son ciertas como la sobre el doctor Pedro Morales, supuestamente
director del Instituto Nacional de
Medicina Legal y Ciencias Forenses de Colombia. En realidad es subdirector de Servicios Forenses – no podemos pronunciarnos
sobre su capacidad en patología forense pero podemos hacer una pregunta : si
es uno de los patólogos forenses más reconocidos a nivel latinoamericano ¿por qué no fue invitado al evento forense más importante de los
últimos años, la exhumación de Salvador Allende? Los forenses chilenos habían
invitado a algunos de los más reconocidos profesionales del rubro – para
Colombia estuvo la médica patóloga Mary Luz Morales.
La Dra. Delgado dice también en la
entrevista que un equipo de 13 personas de varios países se está ocupando del
caso desde hace un año. ¿De donde
viene el dinero? Nadie nos va a decir que existen consultoras trabajando
durante un año de manera voluntaria si además tienen que pagar un alquiler en un
barrio de alto copete. Y, como sabemos, İquién paga manda!
El FBI en cambio es una institución estatal
sometida a la Constitución y las leyes de los Estados Unidos, con un compromiso
de integridad institucional. Ofreció sus servicios gratuitamente a Bolivia
cuando se evidenció que pruebas de ADN eran necesarias y que el análisis no se
podía llevar a cabo en nuestro país debido al hecho que esta técnica acababa
de llegar. Este apoyo fue tramitado por la entonces presidenta de la Comisión
de Política Social de la H. Cámara de Diputados, Elisa Zuñiga de Siles, quién
se había constituido en parte civil en el caso Patricia Flores, con calidad de
coadyuvante del Ministerio Público.
El FBI hizo la investigación misma, una parte,
en su oficina regional de Santiago de Chile y la otra en la central en
Washington. Los únicos bolivianos quienes tuvieron contacto con el encargado
del FBI fueron los policías de la PTJ – de la jefa del laboratorio científico hasta
el director nacional. La independencia e imparcialidad de la investigación
estuvo así completamente garantizada. Además, el laboratorio del FBI es
mundialmente reconocido por la calidad de sus análisis.
En su informe final que el encargado del
FBI, Kevin W. Currier, mandó en septiembre de 2000, los peritos se declaran
dispuestos a venir a Bolivia para demostrar con toda la transparencia necesaria
como trabajaron para llegar a sus conclusiones. Cabe recordar que, en una
prueba de ADN, existen tres posibles tipos de resultados : la inclusión, la
exclusión y el resultado no concluyente. La inclusión significa que el perfil
de ADN corresponde a una muestra biológica, la exclusión significa que no
corresponde y el resultado no concluyente significa que no se pudo establecer
con certeza ni inclusión ni exclusión. En el caso de Odón, la conclusión del
FBI es absolutamente clara, determinaron exclusión, lo que significa que no se
encontró nada de él, que no tiene nada que ver con el crimen y ninguna
afirmación sobre una supuesta contaminación de la prueba puede cambiar este hecho.
Acusarlo a él es como acusar a usted, estimado lector – una inmensa barbaridad.
Ahora, la parte civil y la Fiscalía siempre
se opusieron a la llegada de los peritos del FBI a pesar de que Odón lo está
reclamando desde hace 12 años. En estas últimas semanas, su esposa tomó
contacto, por primera vez, con el FBI a través de la embajada estadounidense y,
muy amablemente, el representante con quién pudo hablar, se declaró dispuesto a
hacer las gestiones necesarias para poder verificar y corroborar el análisis de
ADN. Lo único que pidió era una orden formal de la Justicia boliviana, lo que
pedimos inmediatamente al juez mediante memorial.
La Fiscalía y la parte civil se opusieron con una mezquindad infinita.
Iban hasta poner en duda la existencia del Sr. Kevin W. Currier – a ver lo que
piensa la periodista quien lo entrevistó el 26 de agosto del 2002 para la
agencia Jatha. ¿Será que había encontrado
un fantasma?
En la entrevista, Kevin W. Currier explicó que los policías levantaron
buenas evidencias que sirvieron de pie para continuar con la investigación del
caso. Y, a un profesional así se quiere desestimar – esto tiene todo que ver
con afanes arribistas de alguna funcionaria pública quién no quiere que se perciba
sus mentiras para no perjudicar su carrera profesional o alguna abogada quién
parece manejar mejor la opinión pública que las leyes.
No tenemos idea si AFFIC sabe a donde se
metió – queremos hacerlos gozar del beneficio de la duda pero que estén
advertidos. Odón está de acuerdo de colaborar plenamente con el FBI, incluso
dando muestras biológicas, pero no con AFFIC. Y, si se quiere obligarlo contra
su voluntad, la “sueca” quién en realidad es boliviana de origen suizo, hará
funcionar los redes de contacto que tiene, sobre todo, en Ginebra, capital
mundial de los derechos humanos.